¡¡¡Y el que no conoce a Dios ‘onde quiera se anda hincando!!!

Yo no tengo la menor idea de cómo Dios haga funcionar las cosas y que tan predeterminada sea esta vida. Al menos lo digo esto como creyente en Dios que soy. Y normalmente hay personas que usan a Dios como escudo, ya que cada quien tiene un idea en la cabeza de lo que Dios es.

Hay personas para las cuales ir a misa dos veces al día (O hasta tres, me consta que las hay) es ganarse el cielo, o llevar a cabo la doctrina religiosa. Pero también hay gente que cree que es dando limosnas, o hay gente que se flagela o recurre a sacrificios dolorosos para así demostrar su fe, o dar gracias por algún milagro.

Yo considero que, al haber mandamientos y al tener claro lo que esta religión te exige y te retribuye, se es más católico por sentido común que por llevar al pie de la letra estos mandamientos.

El otro día platicaba con mi primo Chema sobre esto, quien desde lo que entiendo es una persona no católica o al menos con demasiadas interrogantes (como yo) hacía lo realizado por el clero desde la existencia de esta religión, me decía “Wey, es que… yo he leído la Biblia muchas veces, la he leído y lo que dios te pide, y en lo que se basa esta religión es en el amor, nada más”.

Yo no se hasta que grado se caiga en herejía al querer darle sentido propio a la religión, digo, yo tengo una idea de lo que para mi es ser católico y de ahí nadie me mueve. Yo no soy una persona que vaya a misa, o que de limosna en la iglesia, o que incluso respete los viernes de cuaresma con la vigilia. Pero si he tenido gestos de, como le llaman, “ser buen cristiano” que me hacen dormir tranquilo.

Las fallas personales que me quitan el sueño no con otras más que las de la escuela, que lamentablemente se me ha hecho eterna y no le veo fin. Esta carrera de verdad que me ha costado mucho, y todo por mi culpa. Si un día llego a terminarla juro tatuarme el título y mandar hacer unas sábanas para mi cama con mi cédula profesional.

Los errores que hasta hoy he cometido, no los considero (y creo que nadie me ha dicho que crean sean graves) del todo difíciles de superar. Aun puedo ir a la tumba de mi papá y sentirme bien por los 17 años que fui su hijo en la tierra, aun puedo ver a mi mamá a los ojos y sentirme bien por lo que he sido con ella, pese a miles de peleas y malos entendidos. Aun hoy, puedo sentarme con mi hermano y platicar como buenos amigos, ya que en mi infancia y parte de adolescencia el fue mi mejor amigo y según veo hoy lo sigue siendo. Aun puedo ir a casa de mi abuelita Carmen y ver a todos con buenos ojos, el sentirme tranquilo con la manera en que actué con mi abuelo Emilio antes de morir. Si bien me queda algo por hacer, para cerrar este círculo es el estar bien con mis hermanas, con las cuales últimamente he llevado muy buena relación, pero que hace tiempo se vio fracturada por diversas broncas que no creo sean tan difíciles de superar.

Con mis amigos no lo se, hasta el día de hoy Dios no me ha puesto en una situación donde tanga que demostrar mi amistad. Tengo amigos, los justos, y al menos con ellos me he portado tan bien como he podido.

Es reconfortante, para mí, voltear al pasado y sentirme tranquilo. Saber que hasta el día de hoy no tengo una cruz pesada que cargar (bueno, la escuela, repito, pero se que saldrá adelante) y más ahora que termina el año, y que uno tiende a ponerse existencial y recurre a el recuento de las cosas.

Me dicen que soy muy mamón, que tardo mucho en hacer ciertas cosas. Incluso mi papá se molestaba de irme a comprar un par de tenis porque lo hacía recorres todo Morelia en busca de los tenis perfectos. Y así soy yo, aunque he perdido un poco el rumbo, hay ciertas cosas que siguen en mi claras. Creo saber quien soy y saber lo que quiero. Y cuando uno entiende eso… al parecer la vida resulta más llevadera.

Claramente me demostraste que tu no, que no sabes lo que quieres y que ni siquiera sueñas con ello lo suficiente como para creértelo. “El pedirle a Dios algo es porque en verdad hay fe” tú lo dijiste, son tus propias palabras. Pero al parecer no creías que Dios te fuera a decir “Bueno, si eso quieres, toma, aquí esta”, porque eso hizo. Te devolvió algo que al parecer necesitabas y que le pediste mucho, según me dijiste. Pero cuando lo tuviste algo te asustó, algo te dio miedo y de nuevo lo dejaste ir.

Muchas veces, como nos pasa a todos, nos acostamos en la noche en la cama e imaginamos cosas. Imaginamos que volamos, que podemos meter un gol en el estadio de Wembley o que incluso pude haber sido yo uno de los Beatles. Nos ponemos a imaginar que haríamos si nuestros problemas se revolvieran. Muchos nos imaginamos con dinero, una supervida y muchas chamacas dispuestas a lavarme hasta los dientes si se los pidiera. Pero cuando de verdad trato de entender mis sueños y analizo lo que en ellos veo, no es lo que hay en ellos lo que me hace feliz. Lo que me hace feliz en esos sueños es quien soy, quien sueña (¿me explico?)

A mi me hace feliz ser quien soy, ser como soy. No me imagino teniendo millones de pesos, pero sin ser yo ¿me explico? No me imagino terminando mi carrera y tener un buen trabajo sin ser Rubén, sin mis ideales y principios.

Muchas veces vemos maestros en clase que decimos “Pinche viejo, que chingon es, quisiera ser el” o vemos cabrones con mucho billete y se piensa “Mta madre, quien fuera ese wey”. Pero al menos yo jamás he compartido esos sentimientos. Yo más bien, cuando pasa eso, pienso “Pinche viejo, ojala un día yo pueda ser como el” o “Mta madre, ojala me llegue a ir tan bien”.

Porque, repito, en esos sueños que los humanos tenemos, al analizarlos nos damos cuenta que lo que nos hace feliz en ellos es quien somos y como actuamos. Al menos a mi me pasa, y creo que todo se debe a tener en claro que se quiere en la vida.

No se porque escribo este post ni el sentido del mismo. Es simplemente como pensar en voz alta. Me vino a la mente de madrazo mientras escucho a Travis. Si hay algo que me quieran decir, díganlo, porque es horrible escribir algo como esto y que nadie diga nada. Si no les late miéntenme la madre, si no piensan como yo díganlo. Porque a veces siento que creen que yo creo saber la verdad absoluta, que ando en busca de inventar el hilo negro, y pura madre, soy tan pendejo como ustedes…

AJjAAJAJAJAJAjajajAjAjAjAjaAJajAJJAAJajjA no se crean jajaja.

Soy pendejo, soy humano, cometo muchos errores y a veces siento que no hay manera de sobrellevar ciertos problemas. A veces uno cree saber de que lado masca la iguana y resulta que no es cierto.

Mírense en este espejo, yo quise ser bueno, y resulté tarugo.

¡Nos vemos!