¡Pero si voy llegando!

Hace una semana decidí irme a cortar el cabello, y como siempre, pasa algo raro. Y es que siempre al sentarme frente a ese espejo mi cabello luce perfecto, y me viene a la mente la pregunta de siempre ¿Cómo chingados me lo voy a cortar?

Bueno, pero ahora el problema ya no fue mi indecisión metrosexual del corte de cabello, sino la estilista.

Hace una semana, apenas me puso encima la chingadera esa para que los cabellos no caigan sobre mi ropa me dice “Joven, ando enferma de la gripe y no me quiero mojar ¿No importa que se lo corte en seco?”(ay que feo sonó esa frase, hasta las piernas crucé) y le dije “mm pues… mejor solo dale forma”. Y ya, prácticamente regrese a mi casa como salí, solo con algunos gérmenes de la estornudadera de la chamaca, que por cierto, fea fea no es. Y pues hoy en la mañana de nuevo fui, pensando que ya la gripe se le debió haber quitado.

Desde el balcón del cuarto de mi mamá se ve el local, y lo vi abierto, pero apenas iba a una cuadra de llegar cuando ¡sorpresa! La cortina ya estaba abajo. Ya emputado me fui a otra un poco más lejos, en donde ya había tenido una mala experiencia. Llegando vi como 10 señoras retacadas de papel aluminio, parecían extraterrestes las pinches viejas, prietas prietas pero eso si, su cabello rubio rubio. Así que ya mejor me regrese a la casa, y llevando en mi mente la delicada frase de “vale madre”.

Hace unos… 30 minutos, me asomé por la ventana y ya estaba abierto el local de nuevo, así que inmediatamente me fui. Llegué al local, entré, me pusieron la capa esa, me mojaron el cabello, me hicieron unos cortes del lado izquierdo y me dice la chamacona “¡Ay joven me siento mal!” y que le corre al baño. Imagínense mi cara de WTF?

A los 5 minutos salio del baño y le digo “¿Sigues enferma de gripe?” y me dijo “No, ahora es como del estómago, me quiero desmayar” y le dije “No pues siéntate, en mis piernas ven”……………………………………. jajajaja ¡Que bárbaro! Esa ni yo me la creí jajajajajajajaja.

Ya se sentó en un sillón y me empezaron a sacar plática sus niños, que cómo me llamaba, que en el salón del kinder tenia la niña un amigo que se llamaba Rubén y así. Y en eso se levanta y pretende seguir el corte, y así fue, dio otros tijeretazos y se queda quieta y le dije, y le digo dice no dice, le digo dice no, le digo “¿Te sigues sintiendo mal?” y me dice, ya con tono de que quería llorar “Es que me quiero desmayar” y le digo “¡Ay pero si voy llegando!” y se ríe y dice “¡es que si me siento mal, ya quisiera irme a mi casa” y le digo “No pues entonces mejor vete a descansar, vuelvo después” y se le iluminó la cara, porque pues ya traigo un greñero y si se iba a tardar un rato.

Jajaja todavía me dice “¿De verdad?” y le digo “Pues si, ya mañana vengo”