Salimos de Morelia Dory y yo a las 6 de la mañana. El plan era de la central de Observatorio irnos hasta la Central del Norte por Claudia que venía de Querétaro.
Pensamos, ya que la mamá de Clau nos dijo que agarráramos un taxi y ella lo pagaba, que ir al DF y no subirse al metro a oler sudor chilango y sentirnos felices con el hecho de no vivir ahí era no ir al DF, así que tomamos metro para ir a la Central del Norte. Y para esa hora Adrián ya había llegado de Tuxtla Gutiérrez y ya andaba por Satélite en casa de mi primo Julio.
Tomamos metro en Observatorio y pasamos Tacubaya-Juanacatlán-Chapultepec-Sevilla-Insurgentes-Cuauhtémoc-Balderas para transbordar ahí y pasar Juárez-Hidalgo-Guerrero-Tlatelolco-La Raza para transbordar y tomar correspondencia Politécnico y bajarnos en Autobuses del Norte para llegar por Clau.
Ya de ahí de nuevo, tomar metro en Autobuses del Norte y de regreso transbordar en La Raza y llegar hasta Hidalgo y de ahí transbordar rumbo Cuatro Caminos pasando por Revolución-San Cosme-Normal-Colegio Militar-Popotla-Cuitlahuac-Tacuba-Panteones-Cuatro Caminos (Y pongo el nombre de las estaciones porque me llaman mucho la atención así que aun les tocará leer muchas jajaja) y de ahí tomamos un taxi hacia Satélite.
Ya en la tarde después de comer y la madre, Adriana dijo que siempre si le daban ganas de ir, que había que ir a Plaza Satélite a comprar en Mixup el boleto, cosa que hicimos cerca de las 5 y media de la tarde. Y ya de ahí mi primo no dejo en el Periférico para tomar el camión para Cuatro Caminos (pinches microbuseros manejan bien culero) y después de cómo media hora de camino llegamos al paradero de Cuatro Caminos.
Tomando correspondecia Tasqueña pasamos solo por Panteones y Tacuba donde transbordamos camino a Barranca del Muerto pasando por San Joaquín-Polanco-Auditorio-Constituyentes-Tacubaya, donde transbordamos y tomamos dirección Pantitlan pasando por Patriotismo-Chilpancingo-Centro Médico-Lázaro Cárdenas-Chabacano-Jamaica-Mixiuhca-Velódromo y saliendo directito al Palacio de los Deportes.
Llegamos al Palacio y nos sentamos en el bar que siempre ponen para la parte de pista a tomarnos unas frías, mientras yo veía como las miradas me caían encima, ya que la playera que llevé (la que esta en un post anterior) fue un hitazo. Incluso hubo raza que me pedía tomarme fotos con ellos mientras las miradas a la playera seguían cayendo como moscas. Nos metimos al Palacio como a las 7 y media, cuando según el boleto el concierto comenzaba a las 8 y media y así fue, a las 8 y media exactitas entro Jumbo.
Y aquí es donde quiero hacer énfasis en algo, a mi esta banda jamás me ha gustado, porque todas sus canciones suenan igual y las letras están bien culeras, pero esta vez no me parecieron tan malos, esta vez sonaron bien y se vieron más como una banda de rock. Y creo que la clave, ya que soy el wey mas mamón al respecto, para que me gustaran fue que ya no estaba con ellos la mierda esa de tecladista que tenían, un wey con cara de niño con acné que me cae en la punta de los huevos, sin el suenan mejor.
A las 9 en punto se largaron y los técnicos de Travis duraron 30 minutos para armar su desmadre: mientras lo hacían vi que un wey pegaba los Set List bajo los micros… y la verdad yo desde que los vi y note que eran hojas tamaño oficio me imaginé que estos cabrones nos iban a dar el mejor concierto de nuestras vidas… además del más largo.
A las 9 y media exactamente se apagaron las luces, y al ritmo de la canción de Rocky IV y teniendo nuestras miradas puestas en el escenario, estos cabrones venían de atrás, salieron de entre la gente con batas boxísticas y haciendo alarde de muy malos movimientos de boxeador.
Una tras otra vinieron las canciones, 31 en total, un concierto de más de dos horas y media donde cumplieron lo que dijeron en el Reforma la semana pasada “tocaremos canciones nuevas, viejas y viejísimas”. Un concierto inolvidable. Y como me dijo Marisol “no mames, faltó Coming Around” y después pensé “¿con que cara les pides más? Si nos dieron 13 de más de las que normalmente tocan”.
Primera vez que salgo ronco de un concierto.
Salimos como a las 12 y media del Palacio y la raza aun me detenía para tomarle fotos a mi playera y decirme (un borracho “Arriba oasis muderfuckers! Yeah! Man!”) y agarramos un taxi que nos cobro 100 pesotes (baratisimo) hasta Reforma donde mi primo Julio nos quedo de recoger junto a las oficinas del HSBC.
Increíble lo que paso ese día, al siguiente día fui a Reforma, al IMSS, a hacer unas preguntas sobre el AFORE de mi mamá y que coraje me dio saber anoche que a las dos horas de yo andar ahí, Travis salió del Four Seasons para firmar autógrafos… el hotel queda a 10 metros del IMSS jajajajajajaja. Pero ya para esa hora yo andaba por la UNAM acompañando a Adrián a llevar un libro a un profe del jardín botánico.
Y así fue el jueves 2 de Agosto del 2007.
Lo más impactante que vi en ese día fue:
-Un señor secándose el sudor de la cara con una agenda telefónica guinda de cuerule.
-Las tortas y chiles rellenos que venden afuera de Observatorio ¡No mames! ¿Apoco no son otro pedo Tasta? Jajajajaja.
-Un vato que en el metro, en el vagón, pone una tela llena de botellas de vidrio rotas y hace maromas y la madre encima, el chiste, no caerse en ellas porque se lo lleva la chingada.
-El wey del microbús dejó subir a un pendejo con un tanque de gas… nada peligroso.
-Un ciego que iba contando lo difícil que es la vida de un ciego en el DF.
-Un señor que se subió a pedir dinero al metro y empezó a llorar. Que le crea la abuelita del señor.
Pensamos, ya que la mamá de Clau nos dijo que agarráramos un taxi y ella lo pagaba, que ir al DF y no subirse al metro a oler sudor chilango y sentirnos felices con el hecho de no vivir ahí era no ir al DF, así que tomamos metro para ir a la Central del Norte. Y para esa hora Adrián ya había llegado de Tuxtla Gutiérrez y ya andaba por Satélite en casa de mi primo Julio.
Tomamos metro en Observatorio y pasamos Tacubaya-Juanacatlán-Chapultepec-Sevilla-Insurgentes-Cuauhtémoc-Balderas para transbordar ahí y pasar Juárez-Hidalgo-Guerrero-Tlatelolco-La Raza para transbordar y tomar correspondencia Politécnico y bajarnos en Autobuses del Norte para llegar por Clau.
Ya de ahí de nuevo, tomar metro en Autobuses del Norte y de regreso transbordar en La Raza y llegar hasta Hidalgo y de ahí transbordar rumbo Cuatro Caminos pasando por Revolución-San Cosme-Normal-Colegio Militar-Popotla-Cuitlahuac-Tacuba-Panteones-Cuatro Caminos (Y pongo el nombre de las estaciones porque me llaman mucho la atención así que aun les tocará leer muchas jajaja) y de ahí tomamos un taxi hacia Satélite.
Ya en la tarde después de comer y la madre, Adriana dijo que siempre si le daban ganas de ir, que había que ir a Plaza Satélite a comprar en Mixup el boleto, cosa que hicimos cerca de las 5 y media de la tarde. Y ya de ahí mi primo no dejo en el Periférico para tomar el camión para Cuatro Caminos (pinches microbuseros manejan bien culero) y después de cómo media hora de camino llegamos al paradero de Cuatro Caminos.
Tomando correspondecia Tasqueña pasamos solo por Panteones y Tacuba donde transbordamos camino a Barranca del Muerto pasando por San Joaquín-Polanco-Auditorio-Constituyentes-Tacubaya, donde transbordamos y tomamos dirección Pantitlan pasando por Patriotismo-Chilpancingo-Centro Médico-Lázaro Cárdenas-Chabacano-Jamaica-Mixiuhca-Velódromo y saliendo directito al Palacio de los Deportes.
Llegamos al Palacio y nos sentamos en el bar que siempre ponen para la parte de pista a tomarnos unas frías, mientras yo veía como las miradas me caían encima, ya que la playera que llevé (la que esta en un post anterior) fue un hitazo. Incluso hubo raza que me pedía tomarme fotos con ellos mientras las miradas a la playera seguían cayendo como moscas. Nos metimos al Palacio como a las 7 y media, cuando según el boleto el concierto comenzaba a las 8 y media y así fue, a las 8 y media exactitas entro Jumbo.
Y aquí es donde quiero hacer énfasis en algo, a mi esta banda jamás me ha gustado, porque todas sus canciones suenan igual y las letras están bien culeras, pero esta vez no me parecieron tan malos, esta vez sonaron bien y se vieron más como una banda de rock. Y creo que la clave, ya que soy el wey mas mamón al respecto, para que me gustaran fue que ya no estaba con ellos la mierda esa de tecladista que tenían, un wey con cara de niño con acné que me cae en la punta de los huevos, sin el suenan mejor.
A las 9 en punto se largaron y los técnicos de Travis duraron 30 minutos para armar su desmadre: mientras lo hacían vi que un wey pegaba los Set List bajo los micros… y la verdad yo desde que los vi y note que eran hojas tamaño oficio me imaginé que estos cabrones nos iban a dar el mejor concierto de nuestras vidas… además del más largo.
A las 9 y media exactamente se apagaron las luces, y al ritmo de la canción de Rocky IV y teniendo nuestras miradas puestas en el escenario, estos cabrones venían de atrás, salieron de entre la gente con batas boxísticas y haciendo alarde de muy malos movimientos de boxeador.
Una tras otra vinieron las canciones, 31 en total, un concierto de más de dos horas y media donde cumplieron lo que dijeron en el Reforma la semana pasada “tocaremos canciones nuevas, viejas y viejísimas”. Un concierto inolvidable. Y como me dijo Marisol “no mames, faltó Coming Around” y después pensé “¿con que cara les pides más? Si nos dieron 13 de más de las que normalmente tocan”.
Primera vez que salgo ronco de un concierto.
Salimos como a las 12 y media del Palacio y la raza aun me detenía para tomarle fotos a mi playera y decirme (un borracho “Arriba oasis muderfuckers! Yeah! Man!”) y agarramos un taxi que nos cobro 100 pesotes (baratisimo) hasta Reforma donde mi primo Julio nos quedo de recoger junto a las oficinas del HSBC.
Increíble lo que paso ese día, al siguiente día fui a Reforma, al IMSS, a hacer unas preguntas sobre el AFORE de mi mamá y que coraje me dio saber anoche que a las dos horas de yo andar ahí, Travis salió del Four Seasons para firmar autógrafos… el hotel queda a 10 metros del IMSS jajajajajajaja. Pero ya para esa hora yo andaba por la UNAM acompañando a Adrián a llevar un libro a un profe del jardín botánico.
Y así fue el jueves 2 de Agosto del 2007.
Lo más impactante que vi en ese día fue:
-Un señor secándose el sudor de la cara con una agenda telefónica guinda de cuerule.
-Las tortas y chiles rellenos que venden afuera de Observatorio ¡No mames! ¿Apoco no son otro pedo Tasta? Jajajajaja.
-Un vato que en el metro, en el vagón, pone una tela llena de botellas de vidrio rotas y hace maromas y la madre encima, el chiste, no caerse en ellas porque se lo lleva la chingada.
-El wey del microbús dejó subir a un pendejo con un tanque de gas… nada peligroso.
-Un ciego que iba contando lo difícil que es la vida de un ciego en el DF.
-Un señor que se subió a pedir dinero al metro y empezó a llorar. Que le crea la abuelita del señor.
3 comments:
ehm pinches chilangos me cae q son "something else" jajaja..
andrea
oiga!! pues es que aunque hayan cantado las mil rolas falto coming around!.. nimodo soy una ingrata mal agradecida ..
cuidese
Atte: Marisol
Te extraño
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