Cumpleaños del Potrillo de México

Como cada año el Potrillo se encarga de echar la casa por la ventana el día de su cumpleaños. Ahora la cita fue en el salón de fiesta de su tío Lupillo, que ya conocíamos porque hace más de 10 años ahí fue la fiesta de la boda de mi primo Víctor.

Aunque más parecía una reunión de Colombófilos del bajío (había gente de Salamanca, Guadalaja, Tlaquepaque, Zapopan, Acámbaro, León y Distrito Federal) que un cumpleaños de este cabrón. Había personajes de la talla de Beto Menchaca (idolazo, es para disecarlo al wey), Napo (otro cabrón de museo), Leo, Nan el tío del Coy (el Charles Bronson de la Industrial), un señor bigotón igualito a Azkargorta (entrenador español de fútbol) y Antonio Bellón, representante de artistas y quien prometió, para el Derby Generalísimo Morelos que el Potrillo organiza, llevarle el 5 de Octubre a Alicia Machado y Patricia Manterola al evento.

Ahí estuvimos en la comida como hasta las 7 de la tarde. Y pasan los años y aun no se acostumbra uno (me refiero al Potrillo, Chema José y yo) a estar en una fiesta o en algún otro lado que no sea viendo jugar al Morelia. Así que en chinga nos salimos para ir a ver el fútbol.

Estaba en la megahueva en mi casa con chela en mano cuando el Potrillo me habla y dice que venía para acá, que el quería seguir festejando su vigésimo séptimo aniversario a lo grande.

Pasamos por Chema y llegamos al Bar y me dice “¿Qué quieres tomar capitán?” y le contesto “Muñeco, es tu cumple, es el día más importante después del 17 de Diciembre del 2000 cuando el Morelia fue campeón” y sin titubear, le dice al mesero “Tráeme una botella de Torres 20” nos dejo a todos con el hocico abierto. Ya que había comprado una caja de botellas para su cumple, más otra más de Torres 10, Hennessy y Tradicional. Yo solo le dije “traigo 700 pesos muñeco, son tuyos” a lo que el Pollo (quién llegó después) dijo “ahí están mis 500”.

Pues no fue una botella, fueron 3, a 1400 del águila cada una, vayan haciendo cuentas jajajaja.

Como a eso de las 2 de la mañana me dice “Criatura, quiero mariachis, vete por unos” le dije “¡no mames!, si traes mariachis aquí wey y te dejan que entren, te consagras wey, te consagras muñeco” y dicho y hecho, junto con Chema fuimos por los mariachis a San Agustín y en una hora ya estábamos de vuelta para entonarle unas desafinadas mañanitas.

Nos prendieron las luces como buenos borrachos para que nos largáramos ya que estaban por cerrar, ya eran como las 5 de la mañana.

Llegue casi a gatas a la casa. El puro chistecito del Bar salio en 6400 más el Mariachi. Y ya me voy porque el cabrón me habló crudísimo para decirme que lo acompañe a los camarones. Con su permiso me voy a comer.