Monday, March 31, 2008

De ida y vuelta

Morelia
D.F.
D.F.
Este soy yo, de espalda.

El Uchepo
El sábado me llamó el Potrillo por la noche para pedirme que lo acompañara a recoger unos pichones a la Ciudad de México, era cosa de un par de días.

Salimos a las 7 de la mañana de la Central de Autobuses de Morelia en donde atrás de nosotros hacía fila la hija del prieto, pero como nadie la conoce, no tiene eso mayor importancia (para los que conocen a Pablo Ramos y al famoso Chanis, es sobrina de ellos) se puso guapa la chavalona, y pese a ser vecina del Director General del Derby Internacional Generalísimo Morelos, se hizo pendeja y no lo saludó.

Como íbamos en ETN nos tocaron los asientos individuales. Y es que apenas íbamos por el Lago de Cuitzeo y que empieza el concierto de ronquidos de este hijo de la chingada. Yo creí que era un señor u otra persona, pero cuando volteé hacía atrás y vi que ese horrible sonido salía de la garganta del Potrillo no pude aguantar la risa.

No recuerdo más, cuando desperté estábamos ya llegando a Observatorio, en donde este pinche delicado pago 6.50 pesos para que le bolearan los zapatos, que traía llenos de mugre, porque antes de ir a la central fue al palomar a darle de comer a los pichones.

Por la cercanía con los lugares que teníamos que recorrer para recoger a los pichones buscamos un hotel en Reforma, así que de Observatorio nos fuimos en metro hasta Chapultepec, en donde caminamos por la Secretaría de Salud para salir a la Torre Mayor y empezar a buscar hotel.

Como a las 2 de la tarde, y cerca de la glorieta a Colón llegamos al Hotel y salimos a comer. Después nos chingamos la respectiva siesta regenerativa, donde esta pinche perro de nuevo roncaba como pinche loco, hasta parecía que lo hacía adrede.

Ya más noche salimos y decidimos irnos a Polanco a cenar. Ya como a las 12 de la noche estábamos de vuelta en el hotel. Donde de nuevo este hijo de la chingada parecía tractor, ahuevo que lo hacía adrede.

A las 7 de la mañana sonó el teléfono y teníamos que irnos a la glorieta a Colón a recoger unos pichones, y ahí fue donde el segundo chilango se nos acercó a cuestionarnos sobre los pichones.

El primero fue el domingo a la altura de la embajada de Estados Unidos, un policía que al parecer sabía bastante de palomas. Con ese “valedor”, como entre ellos mismos se llaman, duramos platicando un rato. Habló de la A.C.A. (si mal no recuerdo es la Asociación Colombófila Azteca) y nos dijo más o menos a que altura estaba el Hotel Emporio que estábamos buscando ahí en Reforma.

El segundo fue un chofer del Fiesta Americana, quien le dijo al Potrillo (con tono chilango) “Ayer, estaba viendo la tele, y dijeron, que en la caca de las palomas, hay como 50 virus, que son hasta mortales”

Y al Potrillo este tipo de comentarios siempre, desde la prepa, le han molestado mucho, y simplemente le dijo “mire, si usted agarra una paloma de las que andan en la calle si, pero estas palomas que yo manejo son atletas, están mas limpias que nosotros)” aunque en realidad le quería decir “yo vi otro programa donde decía que en la caca de un chilango también hay más de 50 virus” jajajajajajaja.

Ya después vino una de las muchas cosas buena del viaje; el taxista.

Cuando nos subimos al taxi el señor venia oyendo un programa de deportes, donde hablaban de Hugo Sánchez ¡¡y que empezamos!! De verdad que nos dieron ganas de decirle “sabe que mi valedor, vámonos hasta Morelia” porque de verdad que traíamos una platica futbolera de esas chingonas. Hasta el Potrillo le dijo “¡A la chingada! Mejor llévenos a la FEMEXFUT para quemar a ese hijo de la chingada!”

Y ahí llegamos a Observatorio, salimos de nuevo en ETN a Morelia y llegando cada quien para su casa.

1 comment:

Anonymous said...

jajajaj yo pense que el q va de espaldas era el euggini ajajaja igualito