Estoy viendo de nuevo el Especial del Polo Norte de ‘Top Gear’… una camioneta Toyota contra un trineo de perros. Excelente programa. No hay necesidad de saber de coches (como yo que no sé nada) para disfrutarlo. Hace unos días fue de cruzar Japón, en un NISSAN y en tren bala. Buenísimo.
Mucho se juega esta semana dentro del fútbol nacional e internacional. Estamos a 36 horas de que inicie la final de la Liga de Campeones de Europa, en donde el Manchester United se juega el bicampeonato contra el Barcelona. Se le llama ‘La final soñada’. Todo mundo está yendo con el Barcelona, y es que el simple hecho de que ahí juegue Rafa Márquez (aunque no jugará este partido) hace que, sobre todo las televisoras mexicanas, estén apoyando a los dirigidos por Guardiola.
Eso me gusta, que el Manchester no sea el favorito. Al igual que en 1999, el Manchester el año pasado terminó ganando la copa en el último suspiro. En 1999 iba perdiendo todo el juego con el Bayer Munich, y en el minuto 90 empató a 1, y en el minuto 93 logró el gol de la victoria. Un gol que jamás se le olvidará (rompí el closet de la emoción). El año pasado el equipo mierdero del Chelsea llevó el juego hasta los penales, en donde el Manchester estuvo a un gol de perder la copa (Ronaldo falló un tiro) y Terry la echó fuera, con lo cual de nuevo, la suerte del United cambió (como siempre) en el último suspiro. Más tarde vendría Anelka y falla el tiro que detiene muy bien Van der sar. Historias como estas hay muchas, podría escribir por horas y horas.
Come on! Come on Reds! Come on Manchester United!
De las cosas que me molestan, y que escribí en Twitter, son los ‘seguidores’ que al igual que pasa con los Pumas, le han salido de la nada al Manchester y al Barcelona. Gente que en su puta vida ve un juego, están ahora emocionados planeando ir a un bar, o juntarse a ver el partido, todo para estar ‘in’. Malditos villamelones.
Puede sonar (y lo es) mamón de mi parte, pero por eso no me gusta juntarme con nadie a ver fútbol, ni nacional ni internacional. Las únicas personas con las cuales soportaría ver un juego, es con Chema, El Potrillo y Miguelito, y eso jamás pasa.
Del Manchester United vi como… no sé, 20 o 25 juegos de la temporada y otros más de la FA y otro tanto de la Liga de campeones, a lo mejor 75 juegos o más. Del Barcelona lo veo cada 8 días a través de SKY, así que deben ser unos 38 juegos más o menos, más los de la Copa del Rey. Me gustaría ese día salir y preguntarle a la bola de pendejos que van a estar en los Bares o reunidos en sus casas con sus pedantes amigos, cuántos partidos vieron en la temporada, a quién le ganaron estos equipos para llegar a la final, y no me refiero a la semifinal, sino a la etapa de grupos.
Si me preguntan a mí un marcador de la fecha 17 igual no lo sé , igual no recuerdo todo al 100%, pero lo que si se es que los vi, y ya, hice lo que tenía que hacer. Mi amor por el United cumple 15 años este 2009, así que, no hay nada que me puedan decir que no sepa, o que no sienta.
Para muchos este texto puede sonar a que estoy tratando de justificar algo, y si así parece, es que así lo es. Trato de decir que yo le voy al Manchester desde niño, y que solo conozco dos personas que sienten igual que yo; Felipe ‘Culón’ y Piti ‘Sir Castilleja’. Adrián le gusta también, y los ve siempre, al igual que mi sobrino Jano, así que ellos un día (cuando me cuenten que se levantan a las 6 de la mañana como yo los sábados a ver un juego) podrán entrar en esa categoría.
Sobre el Barcelona ni se diga, y es que solo conozco a Rix como seguidor de ese equipo. Yo conozco gente que usa la playera del Barcelona por ‘bonita’, pero al día siguiente se pone la del Madrid, la del Milán o la Juventus… pero eso sí, el miércoles va a traer puesta la del Barcelona, la cual debe estar desde hoy en la lavadora lista para ser usada como uniforme de trabajo.
No sé ni porqué escribo esto, no sé porque me da tanto coraje ver como algo que hace años nadie veía ahora lo ve hasta mis tías, no lo sé. No sé si sean celos, o si sea odio, o si sea simplemente una idea pendeja que me creo yo mismo. No lo sé ¿y saben qué? ¡NO ME IMPORTA!
Mi tío Carlos por ejemplo, cada que me ve me dice ‘Yo siempre pensé que no te gustaba el fútbol Rubén, como no te veo que lo estés viendo (cuando en la familia se ve fútbol en una comida) pensé que no te gustaba nada’ y es que prefiero platicar con mi tía Maria Luísa en la mesa (o jugar Rummy) que sentarme en la sala a ver fútbol solo por verlo o por que me vean viéndolo... ¿me explico? Así que para evitarme todo esto, siempre que me preguntan: ¿Te gusta el fútbol? Solo contesto ‘Si, si me gusta’ Y YA.
Me han querido apostar, me están tirando mierda todo el día, pero no me importa. Mi amor por el United no vale una final de Champions, si pierden o ganan (que ganarán) no dejaré de quererlos, ni me sentaré a llorar como loco. Este amor es más que el de una novia, es un amor más profundo, en el que se que pase lo que pase, jamás dejaré de sentirlo.
Por eso, yo puedo cambiar de novia, de amigos, incluso de religión… pero jamás de equipo de fútbol.
Bueno, ahora regresando a México. Esta semana se define el campeón del torneo, en cuya final están dos equipos que me cagan la madre, que la misma gente y su directiva se han encargado de hacerlos odiosos. Pero de la cual todo parece indicar que ganará el Pachuca.
La otra final es la de la primera A, donde se disputan el ascenso a primera división Mérida y Querétaro. Mérida es propiedad de TV Azteca, así que si llegaran a subir (que es lo más seguro) el Morelia (de quien ya dijeron que NO van a comprar jugadores) tendría un hermano en primera división, igual que el América con San Luís. Lo que me pregunto es ¿Ahora TV Azteca le tirará mierda a Televisa por tener dos equipos? ¿Acaso André Marín seguirá diciendo que la FIFA prohíbe lo que Televisa hace y que ahora TV Azteca haría? Esperemos a ver qué pasa.
Bueno, me largo a dormir, va empezando un programa en la BBC, ‘Richard Hammond meets Evel Knievel’ y lo quiero ver… again!
Recuerden, esto es lo que pienso, creo y sé, si se molestan o no les parece… fuck off!
Por cierto, ya me rasuré. Quedé hermoso, parezco niñito dios jajaja ¡Adoro mi gorda cara!