Saturday, November 08, 2008

Into my big mouth, you could fly a plane


El día del accidente llegué como a las 12 de la noche a la casa, sin saber nada, hasta que Adrián me dijo “¡¿Supiste lo que pasó?!” y de inmediato puse las noticias en el canal 104 de Sky.

Lo primero que me vino a la mente al saber de la muerte del Secretario de Gobernación fue todo lo que se venía dando, con el caso de Morelos, las ofensas de Obrador y mil cosas más. Las muertes de las personas que estaban en tierra, y de lo frágil que es la vida. Además de la poca madre del FAP en dar las condolencias.

Sobre el ‘accidente’ (ya que según nos dicen, todo parece indicar que lo fue) jamás sabremos la verdad. Si fue un atentado, jamás se sabrá, si el avión no servía, mucho menos. Y es que debemos de exigir que nos digan la verdad, pero sabemos que esta jamás aparecerá.

Dirán que fue una falla mecánica y listo. Como la muerte de un comediante en la semana, que según fue por una baja de presión bla bla, cuando todos sabemos que cuando dicen eso es porque esconden algo, como drogas o una enfermedad de las que hacen pensar mal.

Feo lo de las muertes, eso si duele, cuando hay muertito o muertitos como que da bajón. Sobre lo que en verdad pasó, que les crea su agüelita de los investigadores.

En fin, me voy a Wal Mart, se me antojó un pescado y unos camarones salteados con mantequilla, una sopa de arroz verde, y voy a comprar cosas para hacerlos.

1 comment:

Anonymous said...

mmmm... eso es como lo qe
estabamos platicando, no?
puras mentiras y uno de dejado.

gEm@