A que feas pesadillas me pegan de repente. Sueños tan reales, que son la simple proyección de las situaciones a las que he estado sujeto en esta pinche vida de mierda. Sueños que me hacen despertar sudando, casi vomitando del asco.
Y otras situaciones tan bizarras como las del iPhone de Carlos Slim, o la cena con Hannibal Lecter.
Pero no hay peor sueño que se compare al de soñar que Oasis viene. Ese despertar es el más culero de todos.
Levantarte y darte cuenta que todo ha sido un sueño, que esa noche no verás a los hermanitos Gallagher duele, y mucho.
Y otras situaciones tan bizarras como las del iPhone de Carlos Slim, o la cena con Hannibal Lecter.
Pero no hay peor sueño que se compare al de soñar que Oasis viene. Ese despertar es el más culero de todos.
Levantarte y darte cuenta que todo ha sido un sueño, que esa noche no verás a los hermanitos Gallagher duele, y mucho.
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