Salí del cine de ver ‘Operación Valquíria’ cuando vi el noticiero de Televisa Deportes y se hablaba de la salida de Tena del Morelia, cosa que me cayó por sorpresa, pero que me dio mucho gusto. Se hablaba de Mario Carrillo (¡que miedo!) Rubén Omar Romano (¡no mamen!) Tomás Boy (muy difícil, no se lleva bien con Álvaro Dávila, aunque sería el mejor) y Chava Reyes (¿El hijo del melón? ¡no mamen!) Como candidatos a dirigir al Morelia.
Llegué a las 12 a la casa y Fútbol Picante ya había terminado, así que viendo la repetición de Sportcenter en ESPN 2 me enteré de que es Tomás Boy (¡Ahuevo!) el nuevo entrenador de la monarquía. Cosa que me dio mucho gusto.
Con Tomas Boy se llegó a una semifinal en 1997, donde un gol del Tilón Chávez dejó fuera el Morelia (Las chivas pasaron por mejor posición en la tabla y le ganaron la final a Toros Neza) y al menos recuerdo con más cariño esa semifinal que el campeonato (que por cierto dio Tena) y las dos finales perdidas (con Romano). Hubiera dado lo que fuera por cambiar el campeonato del 2000 por aquel de 1997. Mi papá como me chingó esa semana porque sus chivas le ganaron al Morelia, algo insoportable en el momento, pero que hoy recuerdo con gran alegría (lo de mi papá, no lo del Morelia).
Al llegar a la casa le pregunté a Chema que opinaba de la noticia, y solo me dijo “Que es muy grata” al igual que el Potrillo. Y es que Tomás Boy no es un entrenador que dirija mucho, pero es por su manera de ser, con él no hay más que alinearse o a la chingada, este cabrón no anda con chingaderas. Tiene carácter, algo que Tena no tenía, ya que los que dirigían eran Ricardo Campos (otro que se salvó de un balazo en la cabeza, ahora que recuerdo) e Islas.
Y la anécdota del día es, que hace exactamente 13 años, fui a comprar mi primer playera de fútbol y fue la de la Selección Inglesa, con la que jugaron el mundial del 98 (que aún guardó junto con las demás que he comprado, pero solo esa he usado) y la compré en Tenimundo en Plaza Camelinas, me acuerdo que me costó 360 pesos (un dineral en aquel entonces) y saliendo de comprarla estaba en el balcón Tomas Boy tomándose un café, me le acerqué tímidamente y le dije: “Hola Tomás” y volteó y me dijo “Hola ¿Cómo estamos?” y me dio la mano, y no recuerdo si le contesté algo o simplemente seguí caminando después del saludo. Yo era un pinche niño.
Suerte al Jefe Boy.
Llegué a las 12 a la casa y Fútbol Picante ya había terminado, así que viendo la repetición de Sportcenter en ESPN 2 me enteré de que es Tomás Boy (¡Ahuevo!) el nuevo entrenador de la monarquía. Cosa que me dio mucho gusto.
Con Tomas Boy se llegó a una semifinal en 1997, donde un gol del Tilón Chávez dejó fuera el Morelia (Las chivas pasaron por mejor posición en la tabla y le ganaron la final a Toros Neza) y al menos recuerdo con más cariño esa semifinal que el campeonato (que por cierto dio Tena) y las dos finales perdidas (con Romano). Hubiera dado lo que fuera por cambiar el campeonato del 2000 por aquel de 1997. Mi papá como me chingó esa semana porque sus chivas le ganaron al Morelia, algo insoportable en el momento, pero que hoy recuerdo con gran alegría (lo de mi papá, no lo del Morelia).
Al llegar a la casa le pregunté a Chema que opinaba de la noticia, y solo me dijo “Que es muy grata” al igual que el Potrillo. Y es que Tomás Boy no es un entrenador que dirija mucho, pero es por su manera de ser, con él no hay más que alinearse o a la chingada, este cabrón no anda con chingaderas. Tiene carácter, algo que Tena no tenía, ya que los que dirigían eran Ricardo Campos (otro que se salvó de un balazo en la cabeza, ahora que recuerdo) e Islas.
Y la anécdota del día es, que hace exactamente 13 años, fui a comprar mi primer playera de fútbol y fue la de la Selección Inglesa, con la que jugaron el mundial del 98 (que aún guardó junto con las demás que he comprado, pero solo esa he usado) y la compré en Tenimundo en Plaza Camelinas, me acuerdo que me costó 360 pesos (un dineral en aquel entonces) y saliendo de comprarla estaba en el balcón Tomas Boy tomándose un café, me le acerqué tímidamente y le dije: “Hola Tomás” y volteó y me dijo “Hola ¿Cómo estamos?” y me dio la mano, y no recuerdo si le contesté algo o simplemente seguí caminando después del saludo. Yo era un pinche niño.
Suerte al Jefe Boy.
4 comments:
estoy envidiosa, yo lo quiero para mi equipucho del mal :@
y de que lo saludaste todavía más envidiosa
(esque no había terminado de leer el post jijiji)
Hace rato estaba pensando que tengo por ahí revistas viejas, y en una viene una foto de la selección del 86 con Tomas Boy, y siempre había querido que me la firmara. Ojala pueda encontrarlo de nuevo.
Te vuelvo a envidiar snif!
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