Solo Dios sabe como se me retuercen las tripas y el alma al escribir este post, que significa tanto, que creo jamás terminaría de escribirlo y jamás seria publicado.
Fui tu primer hijo, y según me cuentan, jamás te habían visto tan feliz como cuando me “presumías” con tu familia, amigos y vecinos. Mi mamá me cuenta de un mameluco en forma de oso que me compraste en “El bebé inglés”cuando cumpli un año, ahí en Bartolomé de las Casas, frente al templo de San Francisco, donde tantas veces compramos café recién molido, cenamos, y vivimos el temblor del 85.
En la esquina de Bartolomé de las casas y Vicente Santa María, tenia tu amigo una peluquería, a una cuadra de tu primer casa en Morelia, allá en los años 50, donde vendían petróleo y gasolina, en la calle de Humboldt, aquella vieja vecindad que hasta hace un par de años aun tenia marcado aquel letrero que mi abuelita mando pintar.
Con solo recordar el mameluco, viajé por calles y gente, por recuerdos y risas. Con sólo recordarte viajo por todo Morelia, por el sur del país, o por las calles del centro histórico de la ciudad de México.
Muchos momentos los viví solo contigo, en lo que me sentía tan seguro y feliz que ahora mismo podría dibujarlos. Recuerdo mi mano sobre tu pecho cuando dormíamos las tardes de los domingos, cuando yo tenia apenas unos 5 años, recuerdo tu voz al decir mi nombre, el sonido de tus llaves en la bolsa del pantalón, tu manera brusca de cepillarte los dientes, tus domingos de mercado, las mañana que me llevabas a la oficina donde me sentía rey al ser el hijo del jefe, tus lentes colgados de tu cuello, tu rostro serio al estar trabajando.
Las mañanas a veces parecen que aún te tienen en el sillón de la sala, con una taza de café en la mano, te levantabas todos los días a las 6 de la mañana, me diste la mejor educación y el mejór ejemplo, vive en mi un recuerdo tuyo que la gente reconoce al instante, te ven a ti en mi.
Fue muy escalofriante ayer, ver la tumba donde duermes, aquella tumba a la que tantos sábados limpiamos, ¿recuerdas?, que me llevabas a ver la tumba de mi abuelita, tu madre, a ponerle flores y lavarla. Que triste, jamás creí que un día, regresara a ese mismo lugar sin ti, y a verte a ti. Te extraño mucho.
Te amo papá, donde quiera que te encuentres.
Propongo: Amor con amor se paga - Pedro Vargas (me gustaba cuando lo escuchabas)
2 comments:
Algunas veces lo hemos comentado, sabemos que nos mira y sabemos que nos cuida amor.
Omg! Yo odio la mitad de junio porque es dia del padre, y las navidades y los agnos nuevos son tristes ya no son como antes.
Yo también extragno a mi papa, me gustaba su anillo que usaba grandote de Televisa, me gustaban sus tacos inventados dorados de atun, hacia pizza y hacia un cafe que sabia medio raro, me hacia comer todo lo que compraba porque pensaba que no comia, tantos viajes, tantas cosas, a veces solo lo veia pasar caminando por la calle desde mi ventana, hace tiempo que no lo veo pasar, me acuerdo de su carita de sorpresa en aquella fiesta sorpresa que le hice por su cumpleagnos. El me revisaba la tarea de matemáticas. La vez que me fui a vivir a Cozumel y me fue a dejar al aeropuerto con su corazon como el mio partido en dos.
Mi viejo. de Piero.
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