'Pinche viejito loco!' (Tomado del Record)

Hace ya varias semanas que quería escribir sobre el abandonado Antonio ‘La Tota’ Carbajal, aunque lo he hecho en varios post ya viejos. Y hoy me encontré una nota en el periódico Record que pienso transcribir aquí.

Mucho he dicho que este hombre debería ser un estandarte para el fútbol mexicano, además de darle los homenajes que se merece. Para empezar, me gustaría (o hubiera gustado) verlo en los sorteos mundialistas, acompañando a la delegación mexicana.

Eso sí, el día que se muera, van a ver cómo le van a hacer reportajes y homenajes póstumos.

Es un emblema del fútbol nacional, pero además, para mi tiene mucho valor, ya que crecí viéndolo dirigir por 13 años al Atlético Morelia.

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Sentado en una silla, junto a un escritorio, en una esquina de su negocio personal, una vidriería, Antonio 'Tota' Carbajal recibe a RÉCORD para rememorar parte de su pasado en el futbol. Para mostrar su grandeza, no sólo por ser el primer hombre en el orbe en competir en Cinco Copas del Mundo (de 1950 a 1966), sino por su calidad humana. Pero sobre todo, para celebrar su cumpleaños. Son 80 años que se reflejan. Son 80 años de celebración, de felicidad, de recuerdos, de humildad.

Carbajal vive en León, Guanajuato, tras su retiro del futbol profesional en 1996 —después de ser técnico de Morelia—. Su negocio se encuentra cerca del centro, en la Plaza San Juan de Dios. Cerca de la iglesia, cerca de las nieves, cerca de la mejor birria del lugar, cerca de la tradición.

Ya dentro, en un rincón, él está rodeado de varias fotografías del pasado. De varios reconocimientos. De varios libros. De varios retratos con personajes importantes: Pelé, Hugo Sánchez, Dino Zoff, George Weah, la Selección Mexicana que ganó la Copa Confederaciones en 1999, del presidente de la FIFA, Joseph Blatter. En todo el espacio restante está cercado de cientos de cristales. Al final de todo ello, llama la atención un retrato de José Alfredo Jiménez, su compadre. Con quien compartió su infancia.

"Es que antes no se pagaba, había que trabajarle", señala la 'Tota', mote que recibió del Cantinflas Sánchez, otro jugador, quien no podía pronunciar Toño y le decía 'Tota'. Ahí ha trabajado los últimos 13 años, en la vidriería Carbajal. Aunque él siempre ha trabajado con cristales. Ahí se encuentra una de las leyendas del futbol mundial.

Carbajal no lo dice, pero está olvidado por el futbol nacional. Y lo demuestra con su tono de voz, tras observar su mirada en las respuestas sobre el tema. Está ofendido por la indiferencia. No así por las muestras de cariño del mundo. Recibe alrededor de 50 cartas mensuales de todas partes del orbe, sobre todo de Europa. Fanáticos que le solicitan su firma, un comentario sobre su marca. Algo que lo reconforta.

"El reconocimiento más grande que puedo recibir es que la gente me grite aún por la calle 'Adiós, Cinco Copas'. Ese es el homenaje más grande que puedo recibir", finalizó.