M & M

¡Pues que se nos casa este cabrón!

No lo podía creer, cuando me paré junto al altar (al estar grabando) y escuchaba decirse el “Si, acepto” no creía lo que veía, hasta un nudo en la garganta se me hizo; se estaba casando José.

Llegamos algo tarde (12.30pm) con mi mamá y su galán a Quiroga, Mich. La misa ya llevaba media hora de empezada. Pero al parecer no fuimos los únicos (de la familia del novio) que llegamos así de tarde… ¡No había nadie! Jaja, solo la mamá de Chema y mi prima Susana.

Terminando la misa nos dirigimos al salón de fiestas, pero antes me fui a chingar unos tacos de carnitas (con Carmelo, sino, no como jajajjaa) ya que pues el Potrillo iba a llegar directo de Querétaro a Quiroga, Chema no sabíamos si iba a ir, y Adrián si nos mandó a la chingada desde temprano. Me dijo que le daba mucha medicina la psiquiatra y se iba a estar durmiendo en el lugar. Así que me fui a almorzar solo, ya que, las comidas nunca son buenas en las bodas (sin ofender).

La fiesta comenzó temprano, el salón me gustó mucho, las edecanes que te llevaban a tu mesa estaban preciosas. Estuve platicando (muy chingón) con Gema, y ahí nos acompañaban Liz y Ursula (a quien le encantó el chocomilk jajaja).

Los novios entraron mientras la banda tocaba la marcha nupcial, para después continuar con el vals. Los novios lucían contentos a más no poder, la verdad me dio mucha emoción en ese momento, y solo la pude expresar bebiendo más y más alcohol.

Como a la hora llegó el Uchepo del Potrillo, quien lucía como James Bond estilo Ario de Rosales jajajajajajajajajajajaja. Y ahí empezamos, y le seguimos con el chocomilk (nombre que le da el Potrillo al Torres 20) y más tarde se unió Chema.

Me muero de ganas (ya que no veo como pueda hacerle) de subir el video del Potrillo bailando con mi hermana, el hijo de la chingada parecía marchista en las olimpiadas. De repente se agarra como trotando y se aleja cabrón de todos, le da la vuelta a una mesa y un florero y sigue su marcha, la cara de mi hermana es de asombro, incluso se detiene de bailar ya que no sabe que hacer. La cara de todos era de “¡¡¿Qué pedo con ese wey?!!”.

Mi mamá (junto con mi tía Isabel y Rosa) acabaron medias ebrias, tanto, que mi mamá al ver eso que hizo el Potrillo se nos acerca y nos dice a los dos “¡Hijos de su puta madre!” sin poder aguantar las carcajadas. ¡Si! ¡Mi mamá hizo eso! ¡Excelente! La fiesta había tomado vuelo. A mi me tocó sacar a mi tía Rosa y subirla a la camioneta, me iba encajando las uñas del miedo de caer por las escaleras jaja.

Y bueno, como siempre, yo solo con una persona bailaría en una boda y esa es mi mamá, con quien bailé un par de canciones. El resto de la fiesta, me la pasé con el Potrillo, Chema, Beto (mi sobrino) y mis primas en la mesa. Gritándole a José.

Excelente fiesta, para ser honesto. Y de verdad que es increíble que el tiempo pase tan rápido. Hubo que firmar un libro para los novios, en el cual solo escribí: “Jamás se rindan José, jamás.” Ya que los buenos deseos quedan en eso, en deseo. Y en el amor hay que luchar, el amor y la vida es una batalla.

¿Lo mejor de la fiesta? Todo, la música, el mariachi, la voz de la esposa de José, mi mamá cantando tomada (olvidando la letra) el baile del Potrillo, el chocomilk, la niña de Pepe haciendo la Elpis-señal, ver a Ponchito bailando con mi tía Rebeca, la platica con Gema y Angélica, el desmadre de mi tía Rosa e Isabel, etc.

¿Lo peor? Fuck! Hubo un momento culerísimo.

Cuando iba la fiesta como a la mitad, poco antes, vi a mi mamá muy triste y callada, y me le acerco y le digo “¿Qué tienes Martha?” y me dice “Pues, me siento mal, me siento triste” y yo me quedé de a seis, y le digo “¡¿Te sientes mal?! ¡¿Qué tienes?!” y me dice…. (¡chequen con que chingadera salió)… “Es que me siento muy mal porque ustedes (Adrián y yo) no se casan”

COME ON!!

Que me encabrono y que me levanto de la mesa y que me voy, le alcance a decir “¡No chingues!” y que me regreso y le pregunto “¿Lo dices en serio?” y me dice “Si, la verdad si”.

En fin.

José y Nena, si leen esto, quiero decirles que se quieran mucho, que se aguanten, y que jamás dejen de chingarle, que jamás se rindan. ¡Felicidades primos!