Por fin tuve mi primer día de vacaciones, fue un lunes tranquilo. Por la mañana limpié los restos de lo que fue una semana sufrible (para mi y varios de mis compañeros en la Facultad de Arquitectura) en donde mi casa fue el centro de reunión por… ¿4?, ¿5?, ¿6?, ya ni se cuantas noches o cuantos días fueron, creo que fueron más.
Desde la semana ante pasada les dije que solo juntándonos (pese a ser todo trabajo individuales) íbamos a trabajar, ya que a mi me distraen (en el bueno y mal sentido) muchas personas, la televisión, la guitarra o el simplemente dormir, y así jamás termino a tiempo las entregas.
Los que se unieron a esto fueron Paulo (amigo de mi prima Gema, quien resultó ser compañero mío en la primaria, y del que solo Adrián logró acordarse, además, de que también estuvo en el seminario de los Legionarios de Cristo, aunque yo solo estuve un verano, él hizo ahí la secundaria) Jazmín, Guille y Jacobo, aunque Alberto se nos unió la noche del martes… ¿O miércoles?, ni idea. Si bien nos iba, dormíamos una hora o dos cada noche. La cara de todos se fue transformando conforme pasaban los días.
En lo personal, tenía la entrega final del borrador de tesis de Composición Arquitectónica IX con el Arq. Garrido, quien desde el lunes me despachó y de lo cual aún no se si pasé o no, y no tengo ni idea de cómo sentirme. Todo me dice que puedo pasar, pero todo me dice que no. Una mierda.
El martes tuve entrega con Zoila, en una de las materias que repito (Cuantificación de Obra) donde dos mamasitas del salón me echaron la mano con ese trabajo, consiguieron mucha de la información y así. De puta madre, revisé el Siia hoy y tengo asentado un 8 en esa materia.
El miércoles fue la entrega de Diseño Urbano, pero imposible terminar, así que el maestro nos dijo que nos iba a poner un 5 y en el extraordinario le entregáramos todo, que la verdad, es un chingo. Agüelita mi café, tomé el 5 sin problemas y me largué a mi casa.
El jueves tuve entrega de Tinajero (Planeación Urbana) a las 7 de la mañana, y sin dormir me fui a la entrega, y apenas me desocupé acompañé al Potrillo a Guadalajara y llegamos ya tarde esa noche. Excelente cena.
El viernes ya ni sabía mi nombre, estaba como zombie. Tuve que ir muy temprano a la escuela a esperar al profesor de Taller de Construcción II para que me firmara el curso, ya que por una falta me hizo reprobar el semestre. Ahí fue donde todo valió madre, ya que el culero no le quiso dar curso a Guille, y verla llorar me puso triste, las mujeres no deberían llorar más que con las Telenovelas.
Esa tarde tenía una comida en casa de mi tía Maria Luisa, pero no fui, me quedé dormido cabrón, y ya más noche mi tía me la hizo de jamón por no haber ido. No supe ni que le contesté. Acompañé al Potrillo a comprar una caja de Torres 10 que le iba a dar a José para la boda y de paso compramos unas cuantas botellas de Torres 20 para nosotros. Ya en la semana habíamos ido a comprarnos ropa, pero yo no quise gastar y solo compré una corbata Oscar de la Renta como de 700 pesos, tornasol, guinda, preciosa.
El sábado fue el día más esperado del año (después de los conciertos de Oasis jajaja) por toda la familia; la boda de Miguelito. De lo cual haré un post aparte.
La semana terminó con una botella de Torres y como 3 kilos de Ceviche de Camarón (de Nayarit). Y hoy empezó con otra de Torres, mole (Mayordomo, de Oaxaca) y Maizena. Pobre estómago.
Desde la semana ante pasada les dije que solo juntándonos (pese a ser todo trabajo individuales) íbamos a trabajar, ya que a mi me distraen (en el bueno y mal sentido) muchas personas, la televisión, la guitarra o el simplemente dormir, y así jamás termino a tiempo las entregas.
Los que se unieron a esto fueron Paulo (amigo de mi prima Gema, quien resultó ser compañero mío en la primaria, y del que solo Adrián logró acordarse, además, de que también estuvo en el seminario de los Legionarios de Cristo, aunque yo solo estuve un verano, él hizo ahí la secundaria) Jazmín, Guille y Jacobo, aunque Alberto se nos unió la noche del martes… ¿O miércoles?, ni idea. Si bien nos iba, dormíamos una hora o dos cada noche. La cara de todos se fue transformando conforme pasaban los días.
En lo personal, tenía la entrega final del borrador de tesis de Composición Arquitectónica IX con el Arq. Garrido, quien desde el lunes me despachó y de lo cual aún no se si pasé o no, y no tengo ni idea de cómo sentirme. Todo me dice que puedo pasar, pero todo me dice que no. Una mierda.
El martes tuve entrega con Zoila, en una de las materias que repito (Cuantificación de Obra) donde dos mamasitas del salón me echaron la mano con ese trabajo, consiguieron mucha de la información y así. De puta madre, revisé el Siia hoy y tengo asentado un 8 en esa materia.
El miércoles fue la entrega de Diseño Urbano, pero imposible terminar, así que el maestro nos dijo que nos iba a poner un 5 y en el extraordinario le entregáramos todo, que la verdad, es un chingo. Agüelita mi café, tomé el 5 sin problemas y me largué a mi casa.
El jueves tuve entrega de Tinajero (Planeación Urbana) a las 7 de la mañana, y sin dormir me fui a la entrega, y apenas me desocupé acompañé al Potrillo a Guadalajara y llegamos ya tarde esa noche. Excelente cena.
El viernes ya ni sabía mi nombre, estaba como zombie. Tuve que ir muy temprano a la escuela a esperar al profesor de Taller de Construcción II para que me firmara el curso, ya que por una falta me hizo reprobar el semestre. Ahí fue donde todo valió madre, ya que el culero no le quiso dar curso a Guille, y verla llorar me puso triste, las mujeres no deberían llorar más que con las Telenovelas.
Esa tarde tenía una comida en casa de mi tía Maria Luisa, pero no fui, me quedé dormido cabrón, y ya más noche mi tía me la hizo de jamón por no haber ido. No supe ni que le contesté. Acompañé al Potrillo a comprar una caja de Torres 10 que le iba a dar a José para la boda y de paso compramos unas cuantas botellas de Torres 20 para nosotros. Ya en la semana habíamos ido a comprarnos ropa, pero yo no quise gastar y solo compré una corbata Oscar de la Renta como de 700 pesos, tornasol, guinda, preciosa.
El sábado fue el día más esperado del año (después de los conciertos de Oasis jajaja) por toda la familia; la boda de Miguelito. De lo cual haré un post aparte.
La semana terminó con una botella de Torres y como 3 kilos de Ceviche de Camarón (de Nayarit). Y hoy empezó con otra de Torres, mole (Mayordomo, de Oaxaca) y Maizena. Pobre estómago.
1 comment:
qé días de locura, ya los imagino, pero espero qe les vaya re bieeeeen.
Ijos primo, siempre he pensado qe: si yo fuera hombre no tendría idea de qé corbata comprar o combinar con qe...
:S aunqe sería feliz por no usar tacones, faldas y vestidos jajajaja
:P ntc
Primo espero el post :D
eaea!!
gEm@
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