¡Zacarrácatelas! ¡Azotó la res!

(Busqué en Google una foto de una regadera y salió esta, ¿bonita no?)

Me estaba bañando tranquilamente cuando no se ni como me resbalé, me di un santo chingadazo que aun me resuena la cabeza. Y es que el hecho de que estuviera poniéndome shampoo en las manos hizo que al caer (ya que no trastabillé, simplemente de estar de pie termine en el suelo) mi cabeza azotara en mi brazo derecho. Eso si, me pegué en el hocico, en el brazo hasta sangre me salió, y no se digan las rodillas.

Suena pendejo, lo se, pero en ese momento, créanme, me asusté un chingo, fue un chingadazote.

Y da la casualidad que no estaba solo, mi mamá vino a quedarse unos días a la casa, y apenas me pude levantar y vestir (todo mojado) le dije que me había caído, y la reacción de cualquier madre sería “¡¿Qué pasó?! ¡¿Estas bien?!” pero pues, en el caso de mi mamá fue:

¡¡Ay hijo de la chingada!!
¡¡Pero ahuevo tienes que andar descalzo!!
¡¡Nunca me hacen caso!!
¡¡Pero claro!! ¡¡Yo estoy pendeja, soy una pendeja porque digo eso!!

Jajajajajaja y me acordé de la mamá del Sir Castilleja, cuando azotó en las escaleras con un plato de comida, se dio en toda la madre, y su mamá salió de su cuarto por el ruido y lo primero que le dijo fue “¡Ve nada más! ¡Que pinche tiradero hiciste!”

AJajajajajajaAAjajAJAAJA

¡Ay Dios!

Pues así fue, y de verdad, repito, fue un putazonononon, que si me llego a dar en la cabeza… no lo cuento.