Tuvimos la oportunidad de subir al Ángel de la Independencia, y créanme, fue una de las peores experiencias de mi vida. Son como mil millones de escalones, una escalera de caracol con peraltes como de 10cm. Lo peor es la sensación de encierro, ahí a una persona con claustrofobia le da un pinche infarto; la escalera no tiene fin.
Cuando ya por fin llegamos hasta arriba nos bajaron en chinga, yo seguía aventando el bofe. Ya en el suelo decidimos ir al Museo México en tus Sentidos, que se ubica en la plancha del Zócalo. Había una fila enorme, y decidimos ver que tanto avanzaba el primer grupo que entraba. Pues avanzó tanto que logramos entrar en el primer jalón.
Impresionante la galería fotográfica, pero nada se compara al video que proyectan al final. Es un video que te pone la piel chinita, que te hace un nudo en la garganta. Son imágenes que recorren todo el país, su gente, su comida, sus colores, sus fiestas, sus edificios, su todo. Si van al DF, o viven en el DF, no dejen de ir.
Después de este sublime momento regresamos al lodo. Caminamos unas cuadras detrás de Catedral para que Chema buscara una librería, iba a buscar unos libros que no ha podido encontrar en Morelia; y los encontró. Después Adrián insistió que quería ir al Antiguo Colegio de San Ildefonso. Le pregunté a una policía, de la turística, dónde quedaba el Colegio y me dijo “Ay joven… si sabía, pero ya se me olvidó”… Bendito sea Dios.
Mi primo Julios nos habló para decirnos que quería comer con nosotros, que nos veíamos en el Ángel de la Independencia. Al llegar, nos habló de nuevo para decirnos que mejor nos veíamos en La Casa de los Azulejos (¡Veníamos de ahí!) y pues vamos de regreso, aunque esta vez ya en coche y no en metro. Terminamos de comer a eso de las 6 de la tarde.
Mi primo nos dijo que era tiempo de irnos, ya que el Foro Sol quedaba lejos, y más vale ir con tiempo. Octavio no tenía pensado ir al concierto, así que para ese entonces ya íbamos Adrián, Chema, Claudia, Adriana, Alejandra y yo. Nos fuimos en el coche de Adriana.
Nos explicaron cómo llegar hasta el Foro Sol, pero la entrada al Viaducto ya no existía, así que nos perdimos un rato tratando de encontrar una entrada, la cual encontramos hasta regresarnos a la Av. Dr. Vértiz. A las 7 y media estábamos estacionando el coche en el Foro Sol.
Fácilmente había un medio kilómetro entre el estacionamiento y el Foro, incluso había carretas jaladas por bicicletas para llevarte, por un costo de 40 pesos; una estupidez. Aunque en una de las carretillas iba León Krauze (huevón).
Decidimos entrar al Foro Sol ya como a las 8 de la noche, y es que como íbamos en “parejas” a diferentes zonas (Adrián y Claudia iban a una zona, Ale y Adri a otra y Chema y yo a otra) no queríamos meternos mucho tiempo antes. Aunque no teníamos idea que el entrar una hora antes de lo que se suponía era el inicio del concierto, iba a resultar como si hubiéramos entrado tres horas antes.
De los 10 conciertos a los que he ido al DF, este fue el que empezó más tarde. No sabía si había ido a ver a Coldplay o a Juan Gabriel. Me tocó muy lejos del escenario, aunque se veía perfectamente bien. Este fue mi primer concierto en el Foro Sol, así que ya le sé para la otra.
Los primeros teloneros fueron los de Le Baron… híjole ¿Qué les puedo decir? La palabra “mierda” se queda corta, son un maldito asco. Tocaron un chingo, las 6 o 7 canciones se me hicieron eternas, y más porque todas sonaron iguales. No entiendo a estas bandas apestosas, todo suena igual, quieren inventar lo que ya está inventado, quieren sonar a como nadie suena. En fin, por mí que se jodan.
Ya para esa hora eran como las 9 de la noche, y poco más tarde salieron al escenario Bat For Lashes. ¡Otra basura! Me cagan las bandas donde cantan morras, no las soporto, y menos si van disfrazadas. Aunque los chilangos parecían reconocerlas, y les aplaudieron mucho. En esa ciudad hasta los Pitufos llenarían un concierto.
Cerca de las 10:30 se empieza a escuchar un vals, y para los que sabíamos el Set List, el momento de espera había terminado, en cualquier momento se apagarían las luces; y así fue. El sonido, para mí, estuvo de maravilla. Conforme empezó a sonar ‘Life in technicolor’ y entró la batería, sentías los putazos en el pecho. Repito, excelente el sonido.
Coldplay inició con ‘Violet Hill’, le siguió ‘Clocks’, ‘In My Place’ y ‘Yellow’, después vino la maravillosa ‘Glass of water’. Mi primo Chema me dijo que con esa canción dieron el bajón, que empezaron chingón y se les apagó. Para mí no tenía razón, el concierto llevó muy buen ritmo, a excepción de los ratos en los que ponían música como para un rave.
Las luces estuvieron perfectas, los láser en ‘God put a smile upon your face’ y ‘Talk’, las mariposas en ‘Lovers in Japan’, el momento en que cambiaron de escenario (bajando entre la gente) y tocaron en acústico ‘Shiver’, ‘Don Quixote’ y ‘Death Will Never Conquer’ (cantada por Will).
De maravilla 42, Death And All His Friends, Politik, etc. Chris Martin dedicó a Frida Kahlo una canción, aunque se refería a 3, ya que el ‘”paquete” completo es ‘The Hardest Part’ – ‘Postcards From Far Away’ – ‘Viva La Vida’. Es aquí donde se le metió el diablo a la gente, ‘Viva La Vida’ hizo estremecer al mismo suelo del Foro Sol.
Los fuegos artificiales tuvieron su primera aparición (de dos) en ‘Fix You’, una canción que la gente cantó más que ‘Viva La Vida’. Igual estuvo chingona ‘Strawberry Swing’ y no se diga ‘The Scientist’. La guitarra de Chris Martin (la que dice “No me llores”) se le chingó apenas iniciando el concierto, y terminó usando otra.
El final estaba a la vuelta de la esquina cuando inició ‘Life In Technicolor II’, una de las canciones que más esperaba (lástima que fuera la última) y sobre todo por los fuegos artificiales (ya subiré el video, según YouTube, le faltan 55 minutos)
¡Impresionante el concierto! De inicio a fin. El mejor de Coldplay de los que he visto. El peor siempre ha sido, y será, el primero. El sonido en el Palacio de los Deportes fue un asco.
Saliendo del concierto estaban regalando un disco de Coldplay (del que adjunto imagen junto con las mariposas que volaron en ‘Lovers In Japan’) aunque no todos alcanzaron (¡Yo sí!). Y aquí fue donde la noche se tornó de verdad horrorosa.
Duramos, al entrar al Viaducto, una hora y 20 minutos en avanzar cerca de 50 metros, estábamos desesperados. La noche tenía como plan un par de fiesta en Satélite con amigos de mi sobrina Adriana, así como de ir a cenar antes. Ninguno de pudo dar, entre el tráfico y después perdernos por querer encontrar atajos o salidas, llegamos a Chiluca pasadas las 4 de la mañana. ¡No miento! Fueron 4 horas recorriendo el DF. De las cuales solo nos perdimos como 20 minutos, el resto fue tráfico y distancia. ¡4 horas!
Llegamos madreadísimos, directo a dormir. Mi compañero de cuarto fue Chema, quien apenas dijo ‘ando bien madreado’ cuando yo ya no recuerdo más, caí muerto… pero con una enorme sonrisa en el rostro.
Nos despertamos temprano, digo, para lo madreados que estábamos, las 9 de la mañana se me hizo muy temprano. Aunque ya el despertador de ese cuarto nos había pegado un buen susto a las 5:50 am. No supe como apagarlo, lo que hice fue meterlo en un cesto de ropa.
Nos bajamos a ver televisión e iba empezando Fútbol Picante. La sonrisa se incrementó cuando me enteré que el Morelia había ganado, y que las chivitas habían perdido, y por goliza. Más tarde bajó la demás gente y desayunamos en familia. Excelente sobre mesa.
Planeamos ir al cine, pero ‘Alicia en el país de las maravillas’ estaba doblada en los cines cercanos, así que decidieron mejor no ir. Me salí a caminar un buen rato con Chema, y cuando regresamos nos sentamos en la terraza a echar más plática. Después se nos unieron todos, eso ya era una reunión familiar en orden.
Llegó la hora de la comida y se hizo una carne asada, bastante llenadora (el Bife de Chorizo no tuvo madre) Mi primo Julio nos dijo que ya nos quedáramos hasta el lunes, pero Claudia debía regresar a clase, y pues nos tocó venirnos ya en la noche. Llegamos a Morelia pasadas las 11 de la noche.
Fin de semana redondo, todo estuvo excelente. Las fotos no están en orden, y no creo que a nadie le importe.
¡VIVA LA VIDA!