Vaya fin de semana, me lo pasé entre el inicio del torneo Bicentenario y las semifinales de conferencias de la NFL. Además de ver la peor película que he visto en mi vida.
Sobre la NFL, pues ando con el corazón roto. De nuevo se infló el globito que se llama Vaqueros de Dallas, y de nuevo nos tronó en el hocico a todos los seguidores. Ayer me cansé de verlos fallar, de verlos jugar por tierra sin sacar nada, de ver a Antonio Ramiro Romo desgajarse ante una defensiva que no le dio el tiempo necesario para funcionar, ya que este pendejo solo funciona cuando lo cubren por buen lapso de tiempo.
Dio inicio el mierdero torneo local, y como siempre, el Morelia hizo de las suyas. Fue ganando durante gran parte del juego 1 – 0, después (como siempre) le empatan y hace lo que nunca, remontar el marcador. Pero con el Morelia nada está escrito, y pese a remontar el empate de visitante, terminó perdiendo el juego 3 – 2. El tercer gol se los hicieron al minuto 47 o 48 del segundo tiempo.
Repito, solo al Morelia le pasa eso.
Ayer me fui a comer a casa de mi tía María Luisa, y estaba viendo el juego cuando me marcó el hijo de Avelina para invitarme al cine, y es que alguien le comentó que había una película mexicana en cartelera en la que se mostraba la vida de los criadores de palomas. Lo acompañé por puro compromiso.
¡VAYA MIERDA!
Cuando iniciaron los créditos me di cuenta que la película se había hecho con los impuestos que paga la gente de este país, así que quise poner mucha atención para ver qué tanto se había tirado ese dinero a la basura. Aunque jamás creí ver dinero tan mal gastado.
Sobre las palomas, no es que sea experto, pero algo he aprendido juntándome con este hijo de la chingada, y lo que vi ayer fue una aberración. Y les pienso contar la película, ya que no creo que haya nadie que lea mi blog (lo digo de verdad) que crea capaz de irla a ver.
La película trata de un criador de palomas del D.F. que se enferma, su nieto necesita dinero para curarlo y le vende unas palomas a un narco de Tijuana. Las palomas son usadas para pasar cocaína de Tijuana a San Diego.
Las palomas se pierden o algo pasa, y los narcos creen que el chilango los engañó y le dan 5 días para que les pague 200,000 dólares. Y es aquí donde se las tiene que ingeniar el nieto para sacar el dinero, y como no hay caja de ahorro ni prestamista que te preste esa cantidad, pues se le ocurre robarse la pintura de la Virgen de Guadalupe de la Basílica. ¿Bien creíble no?
Pide rescate por la pintura, los narcos se terminan matando con los policías, este wey queda libre de pecado, y deja la pintura en un motel. Y ya, se acabó la CHINGADERA de película.
Si yo que soy un pendejo me di cuenta que todo lo que acontecía con las palomas estaba mal, imagínense al hijo de Avelina, estaba mentando madres en la sala.
Los palomeros se van del DF a Tijuana en un viaje como de 5 minutos, llegan, y al día siguiente sueltan las palomas con la cocaína, y las palomas llegan dos horas tarde a su destino. Esto es tan estúpido como suena.
1.- Las palomas no pueden viajar esa cantidad de kilómetros y soltarte al día siguiente, y si así se hiciera, lo primero que harían seria orientarse para regresar al palomar DE ORIGEN.
2.- si sueltas una paloma para que llegue a un lugar en específico, primero debiste criarla en ese lugar, después de mucho llevarla a Tijuana y ahora sí, la paloma al ser soltada trataría de regresar al lugar donde se crió.
Una vez Benito me dijo “mijo ¿si me manda una paloma si llega?” y la respuesta fue no. Para que una paloma vaya a algún lugar, este debe ser previamente conocido por la paloma. Son palomas, no carteros.
3.- Mandaban como 20 palomas ¿Cuánta cocaína puede llevar una paloma? Se veía ridícula la cantidad mediocre de palomas que enviaron.
Y si esto es solo con el asunto de las palomas, ya ni hablemos del asunto de robarse ese pinche trapo.
En fin, después de esta explicación que a la mayoría le vale madre, me largo.
1 comment:
Yo sé que has de haber escrito este post bien enojado, jaja pero aún así me divertí. Te imaginé contándolo!!
Love u.
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