Vaya viaje relámpago, pero sobre todo vaya consecuencias del mismo. Nunca pensé que me hiciera reflexionar tanto y actuar tan rápido. Pero como no saben de qué les estoy hablando, y no pienso contarles, mejor les cuento del viaje en sí.
Un par de días en una de las ciudades más hermosas que conozco, mariscos a lo pendejo, una peda memorable (¡En lunes!) Piti y Memo. ¡De lujo!
Fue un viaje de pisa y corre (como ya les había contado) Llegamos con el hijo de Avelina la mañana del lunes. Desayunamos los mejores tacos de camarón que he probado en mi vida, y más tarde acompañamos a Piti a hacer cosas de su trabajo.
Al poco tiempo ya teníamos hambre (normal) y nos fuimos por un molcajete de mariscos (camarón cocido, camarón en aguachile, pata de mula, pulpo, etc) para rematar con un Blizzard de postre (me hice adicto en Chihuahua).
Ya por la tarde Piti nos dejó en su casa mientras se iba a una junta, me metí a bañar y me puse a ver un par de DVD para pasar la tarde, ya que solo uno de sus cuartos tiene aire. Y si, adivinaron, es el de la tele (¡y vaya tele!)
Más tarde llegó Piti y disfrutamos el documental de Oasis ‘Lord don’t slow me down’ para después irnos al Fridays a empezar a tomar cervezas (fancy a pint? (esto es para Tania)) y fue ahí donde se nos unió Memo.
Obviamente hay fotos de todo esto, pero como la cámara de fotos es del hijo de Avelina, así que les dejo un par de fotos que pude extraer del video que yo tomé (lo demás pienso subirlo a Facebook). Video del cual nunca nadie verá un solo minuto, tuve órdenes y súplicas de Piti de borrar las aberraciones que en él aparecen, y pensándolo bien, ahora que lo veo de nuevo, tiene toda la razón. Hay que borrarlo.
Como es costumbre estando con el Hijo de Avelina hay que ir a un table, y más tarde fuimos no a uno, sino a un par de tables. Ahí estuvimos hasta pasadas las 3 de la mañana. Repito, todo en lunes.
Regresamos a la casa de Piti a seguir bebiendo (creo yo ya llevaba 12 cervezas hasta ese momento) nos terminamos unos botes que tenía en el refri (unos 3 o 4 más, no recuerdo) para darle en la madre a una botella de JB con Monster. La cual nos tumbó por completo, caímos muertos Memo, Piti y yo. El hijo de Avelina no tomó un trago en toda la noche. Todo esto ocurrió hasta las 10 de la mañana del martes.
Cuando desperté Memo ya no estaba y Piti roncaba como si lo hiciera adrede. Cerca de las 3 de la tarde estaba comiéndome un ceviche de pescado, y es aquí donde quiero decir algo muy serio a la gente de Culiacán… chicos, solo tengo una palabra para ustedes… CILANTRO.
Después vinieron unos camarones sarandeados. Más tarde se llevó a cabo el asunto al que fuimos a Culiacán y por la noche estábamos listos para regresar a Morelia.
¿Con qué me quedo de este viaje? Con la plática con Piti como a las 5 de la mañana del martes. De lujo.
Ah y con una morrita que vi ya al final de nuestro viaje, es la mujer más linda que he visto últimamente (y eso que en Culiacán abundan. Las mujeres bonitas son para Culiacán lo que los estudiantes chiapanecos a Morelia)
2 comments:
¡Vaya journey! Debió haber sido exhaustivo pasar por todos esos estados emocionales en menos de 48 hrs... me encantó el post y todo lo que yo sé y 'quedó implícito' :P
De plebes tomateros y más, la verdad es que sí, Culiacán es la ondaaa ;)
Lo sé! y eso que solo vi a Memo y Piti, pk Paul es también top man!
Quiero mariscos! pero de los de coco que hiciste ayer.
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