Thursday, August 10, 2006

¡Vaya susto!

Diariamente veo ER, incluso lo veo dos veces. Y créanme, me se todos y cada uno de los capítulos. De que murió tal paciente y de que enfermo otro.

Incluso ahí aprendí sobre primeros auxilios. Algo de lo que veo creí que me serviría un día, y hoy fue ese día.

El Potrillo (su cumpleaños es el sábado) me pidió que lo acompañara como asesor de modas a comprar algo de ropa. Después de darle de comer a sus palomitas pasó por mi.

Ya en la plaza comercial decidimos entrar a Zara. Donde se encontró a una amiga que trabaja ahí y a la que se dirigió a saludar. Y como a mi me vale madres, yo seguí derecho.

En eso, veo una chava abrazando una señora, incluso creí que era una broma o que incluso habían agarrado a la señora robando o haciendo algo. En eso veo que la chava se estaba cayendo junto con la señora a lo que corrimos el wey de seguridad y yo (al grito de “ayúdame chavo!!”). A la señora le estaba dando un ataque epiléptico.

Le sujete las manos ya que se movía tan fuerte que se podía lastimar. Les dije que la pusieran de lado para que no se ahogara con la saliva y la recostamos en el suelo. La señora estaba pesada y dura. Yo nunca había presenciado tal cosa.

Yo le decía a la chava que iba con ella, pensando que estaba asustada; “no se apure, ahorita se le pasa”, a lo que me contesta muy serena “si, así le pasa siempre, ahorita se le pasa, no se apuren”.

Al calmarse el ataque, broto la sangre de su boca, a lo que una chava grito “Ornela! Tráenos papel del baño”. A lo que la amiga del Potrillo corría por el papel.

Eso si, la pinche gente pasaba junto de nosotros sin acercarse, solo pelaban unos ojotes para echarse el chisme, y nadie ayudó.

Cuando me vi ya sin tener nada que hacer ahí, me puse a buscar a aquel cabrón. Incluso me dio como coraje que el perro no se quedo ahí, sino que se fue a seguir viendo ropa. Pero no fue así, el wey ni cuenta se dio de lo que paso y cuando le conté se estaba miando de la risa.

La verdad si me saco un pedote ese desmadre.

Ya después nos agarró un pinche aguacero. Tuve que doblarme el pantalón hasta las rodillas, el agua nos llegaba a la mitad de la pierna. El coche de aquel cabrón echaba humo a madres.

Ya después nos fuimos a Taco Loco a cenar.

Tenía mucho sin postear, y tengo mucho material. Pero la verdad si me ha dado hueva. Necesito agarrar de nuevo ritmo.

Nos vemos!

1 comment:

Marche said...

Que miedo... gulp