Sunday, January 22, 2006

Chingate algo!


Cuando se tiene un metabolismo que te ayuda a ingerir toda clase y cantidad de alimentos sin sentir el más mínimo remordimiento se debe de estar muy agradecido.

En mi caso, mi metabolismo no me da para eso. El mínimo descuido se ve reflejado ante el espejo.

¿Por qué? ¿Por qué jijos de la chingada me pasa a mí?

A mi el dulce no me gusta mucho, mi gordo cuerpo se ha formado de comer en la calle, de pasármela frente a la computadora y no hacer el mas mínimo ejercicio.

Pero no siempre estuve así de panzón, de niño fui flaco, fue en la pubertad donde valió madres todo. Aquel niño que siempre fue cuidado por niñeras ahora se podía hacer de comer solo. Ahora ya tenía el poder comer cuanto quisiera y lo que quisiera.

Todas estas pendejadas me vinieron a la mente al ver una lata de Cerelac que compró mi mamá. El simple hecho de imaginarme un plato con Cerelac, leche y un plátano rebanado me hace suspirar.

Esto me recuerda la gran cantidad de cosas que me gustaría tragar, y no pasarme la vida haciendo dietas inútiles.

Mi lista del pecado es:

Cerelac
Quick de fresa
Las tortillas que quiera
Coca-Cola
Lechera chiquita (la grande me sabe diferente, no me gusta)
Nieve de fresa
Jugo de uva
Nueces
Pistaches
Cacahuates
Ruffles de queso
Snickers
Mágnum
7up

En si no me gusta mucho comprar chucherias, esta lista me costo mucho trabajo a partir de la Coca-Cola. Mas bien me gusta irme a meter 10 tacos al pastor por las noches, algunos sopes, gorditas o barbacóa para comer o almorzar y una que otra torta por la tarde.

En fin, es domingo, y con su permiso me voy a tragar mi Cerelac jajaja.

Nos vemos!

Propongo: La Baticumbia - Botellita de Jeréz